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A principios del año pasado Martín Canabal decidió hacer las maletas y dejar el área de San Francisco, California, el lugar donde se trasladó junto a su esposa después de que a ella le surgiera la oportunidad de trabajar en una empresa tecnológica en Silicon Valley. A su esposa se le terminaba el contrato en la ciudad, pero él quería regresar a su Uruguay natal de una forma especial, “para recordarlo toda la vida”.
“Recuerdo que cuando íbamos a San Francisco, en la escala en Miami, le dije a mi esposa: ‘Cuando regresemos, no lo voy a hacer en avión. Quiero volver en barco o en auto manejando. Esa va a ser mi aventura’”, explica Canabal durante una entrevista vía Zoom con la Voz de América desde Bahía Blanca, Argentina, donde hizo una parada técnica mientras manejaba a Punta del Este, Uruguay, donde residirá a partir de ahora.
“Ella pensó que era una broma”, pero nada más lejos de la realidad. Convenció a otros dos amigos, Tuti Iraola y Oliver Umpierre, para hacer un periplo de punta a punta del continente americano a bordo de unos vehículos eléctricos Tesla.
De Alaska a Ushuaia
“Arrancamos en Anchorage, Alaska, el 1 de junio y terminamos formalmente el 29 de diciembre en Ushuaia, en Argentina”, detalla sobre esta travesía que se ha convertido “en el viaje de mi vida”.
Sabían que no iba a ser una aventura sencilla, principalmente porque no todos los países están adaptados a los vehículos eléctricos. En algunos lugares ni siquiera tienen tomas de corriente para que se puedan cargar. Así que había que planificarlo todo antes.
“El mayor desafío fue la carga”
“Uno de los grandes desafíos fue el tema de la carga. En Estados Unidos, salvo por el tema económico, no hay excusa para no tener autos eléctricos porque existe la infraestructura adecuada para ello. Pero en otros lados no es tan así, aunque México está un poco mejor porque Tesla está en el mercado, en el resto de países de la región no están preparados”, comentó convencido de que eso “cambiará pronto” porque en esas naciones se “están haciendo esfuerzos” para incorporar este tipo de autos de forma generalizada.
Para la aventura, a la que titularon «Electric Americas», escogieron ir a bordo de un Tesla porque “es el vehículo que tenía mayor rango (de autonomía) en ese momento, tenía mayor experiencia en el sector frente a otras marcas y porque existe una comunidad de propietarios (llamada “Tesla Owners”)” donde muchos, como pasa con las motocicletas Harley Davidson, comparten sus inquietudes y consejos sobre el uso de estos autos.
Así que planificaron la ruta según los lugares donde podían conseguir carga y “para tratar de optimizar los tiempos” del viaje. “Por ejemplo, íbamos a hoteles y dejábamos cargando toda la noche y al otro día tenías ‘el tanque lleno’ para seguir. Pero también cargamos ahí donde se pudo, en casas de personas particulares, en empresas, en plazas públicas, inventando todo tipo de artilugios”, recuerda. Agrega que “en la mayoría de las veces fue gracias a la ayuda desinteresada de las personas” que le prestaron sus enchufes para que pudiera hacer las cargas.
A pesar de los problemas para encontrar puntos para cargar los autos eléctricos, Canabal bromea diciendo que le costó “mucho más encontrar internet y yerba mate”.
“Llegamos a lugares que todavía no puedo creer y me erizo al pensarlo. Fuimos a Guatemala, a México, al desierto de Atacama, en Chile”, detalla.
Elon Musk sabe de esta aventura
Su periplo por todo el continente americano ha llamado la atención de muchos porque es la primera vez que alguien hace la ruta Panamericana en auto eléctrico, recorriendo más de 32.000 kilómetros. Eso lo ha convertido en un embajador de este tipo de vehículos, cada vez más populares ante la situación climática y la consciencia que hay entre la sociedad de ser más cuidadosos con el medio ambiente.
Incluso la empresa Tesla, la marca de los vehículos con los que viajaron por todo el continente, se interesó por este proyecto y el propio Elon Musk, fundador y director general de la compañía, tiene constancia de lo que han hecho estos tres uruguayos por la región.
“Ya no hay excusas para no usar autos eléctricos”
“No hicimos esto por fama, ese no era nuestro objetivo, pero sí que queríamos convencer a mucha gente de que si hoy nosotros podemos hacer la ruta Panamericana en autos eléctricos, ya hay muchas menos excusas para tener autos eléctricos en el día a día porque el tema de la carga deja de ser tan importante”, comenta Canabal durante la entrevista con la VOA.
“Cada día, se hacen 60 o 120 kilómetros, depende de dónde esté tu puesto de trabajo, y cuando llegas, vuelves a cargar el auto. Todos los días y mucho más barato que la gasolina. Entonces, ¿cuál es la excusa para no tener este tipo de vehículos?” defiende convencido de que “en cinco años, nuestra infraestructura va a existir y ya los autos no van a ser lo mismo”, además de que, en su opinión, son mucho más cuidadosos con el medio ambiente.
“No se hará nada sin el apoyo de los gobiernos”
Sin embargo, este ingeniero mecánico de 45 años asegura que las empresas privadas no van a poder hacer nada sin el apoyo de las instituciones públicas que, a su juicio, son las que tienen que dar espacio para que este tipo de industrias se puedan desarrollar con éxito.
En Estados Unidos, por ejemplo, ya se está trabajando en ello. El presidente Joe Biden anunció en abril de 2021, durante la Cumbre del Clima, que su Administración está sumergido en un proyecto para crear “millones de puestos de energía verde”, potenciar este sector, entre los que se encuentran los de los vehículos eléctricos, y tener un sistema eléctrico libre de emisiones de dióxido de carbono en 2035.
“Sí que los gobiernos tienen que dar las condiciones para que las empresas privadas hagan estas inversiones, que son muy grandes. Si convencemos a los gobiernos a disminuir el riesgo a las empresas y facilitar la cuestión de trámites para ayudar en esta transición será mucho mejor, especialmente en América Latina”, sostiene.
Una aventura hecha documental
Un ruta con mucho propósito. Su periplo de casi siete meses de duración ha sido captado en video con la idea de hacer un documental, mostrar los lugares por donde pasaron con el vehículo eléctrico y conocer la cultura y las tradiciones de esos sitios. En su sitio web ya se puede consultar algunas imágenes y videos de la travesía.
También aprovecharon para realizar algunos deportes de aventura, como surf o esquí, sus otras pasiones. Ya han recibido alguna oferta de varias plataformas bajo demanda que se han interesado por el proyecto.
Pero antes, toca llegar a casa, “procesar toda esta aventura” y empezar de nuevo en Uruguay.
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