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Los reguladores de seguridad de Estados Unidos han presionado a Tesla para que llame a talleres a casi 363.000 vehículos equipados con su sistema conducción autónoma porque puede funcionar mal en las intersecciones y no siempre respeta los límites de velocidad.

La retirada, que forma parte de una investigación más amplia de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras​ (NHTSA, por sus siglas en inglés) acerca de los sistemas de conducción autónoma de Tesla, es la medida más grave adoptada hasta la fecha contra la fabricante de autos eléctricos.

Además, plantea dudas acerca de la afirmación del director ejecutivo de la automotriz, Elon Musk, de que puede demostrar a los reguladores que los autos equipados con el sistema “Full Self-Driving” son más seguros que los humanos y que éstos apenas tienen que tocar los controles.

En los documentos publicados en su web el jueves, la agencia de seguridad indicó que Tesla resolverá los problemas con una actualización de software online en las próximas semanas. De acuerdo con esto, la empresa realizó la llamada a talleres pero no está de acuerdo con el análisis efectuado por la agencia.

El sistema, que está siendo probado en carreteras por hasta 400.000 propietarios de autos Tesla, puede realizar acciones no seguras como continuar recto en un cruce con un único carril para girar, no detenerse del todo ante señales de “stop” o pasar de largo en una intersección con el semáforo en ámbar sin la debida precaución, indicó la NHTSA. Estos problemas se dan en “ciertas circunstancias excepcionales”, añadió.

Además, el sistema puede no responder de forma adecuada a cambios en los límites de velocidad señalizados o puede no tener en cuenta los ajustes del conductor en la velocidad, añadió el informe.

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